Beltane

El 1 de mayo, Beltane, Beltaine, Bealtaine o incluso Beltine, era la celebración del comienzo del verano para nuestros antepasados celtas.

Si leíste el post sobre la Rueda del Año, sabrás que los celtas dividían el ciclo anual en invierno o Época Oscura y verano o Época luminosa, pues bien, Beltane marcaba el inicio de esta última y del verano.

Se cree que se festejaba al dios Belenus y la traducción de Beltane sería algo como «fuego brillante«, lo que explica, en parte, la presencia en esta fiesta de grandes fogatas y de pequeños fuegos encendidos por doquier.

Con el inicio de la Época Luminosa, llegaba el momento de hacer subir al ganado a las montañas en donde permanecerían aproximadamente hasta Mabon para que se alimentaran de los pastos del verano.

¿Recuerdas que en Ostara hablábamos de la primavera, relacionándola con la fertilidad de la Tierra? pues una prueba de que los antiguos no festejaban ni equinoccios ni soslticios como lo hacemos ahora, es precisamente que Beltane es el momento de SU año en el que realizaban celebraciones de fertilidad y abundancia.

El fuego, presente en todos los eventos religiosos, lúdico – festivos del tipo que fuera, servía como representación simbólica del Sol y como elemento purificador para los animales del campo e incluso en las casas, en donde se vaciaban los hogares (entendidos como el fuego del hogar) de las cenizas y restos del invierno, para renovar con troncos y combustibles pensados más para cocinar que para calentar.

Beltane era la celebración de la alegría, de compartir la certeza absoluta de haber superado un invierno más en comunidad. Los fuegos de Beltane hablan de la supervivencia del grupo, de la necesidad de aparearse y reproducirse, de celebrar la vida y la sexualidad.

Se dice que en este día y su correspondiente noche, estaba permitido mantener relaciones sexuales con cualquier persona que estuviera de acuerdo, independientemente de si se estaba casado o en pareja. Los hijos de Beltane eran siempre bien recibidos porque representaban de alguna forma, esa celebración de la vida de la que hablaba.

Noche de Walpurgis
Bailando a la luz de las hogueras de Beltane

¿Cómo era la celebración de Beltane?

De forma genérica, vamos a dar por bueno que en las celebraciones que nuestros antepasados y antepasadas organizaban para festejar fechas señaladas en lo que ahora llamamos Rueda del Año, el fuego era siempre un elemento esencial.

Durante la Época Oscura, el fuego sostenía, en cierta forma, la esperanza de la luz venidera, era el recordatorio de que el sol siempre sale, incluso tras la noche más oscura.

Al hacer el cambio al verano y la Época Luminosa, la presencia de hogueras servía para reflejar, a modo de espejo, el poderío del astro sol, eran reflejos de su luz y su calor, aún en el momento de Litha, el pleno verano.

El fuego era y es el elemento purificador por excelencia, el que transforma aquello que lo alimenta, el que quema lo malo y abre los caminos para lo bueno, para la fertilidad y la abundancia en el case de Beltane.

Como ya he comentado, la sexualidad y la fertilidad estaban plenamente presentes en estos festejos, no sólo de cara a los animales sino también aplicable a hombres y mujeres. 

Mucho tiene que ver con eso otro de los eventos que tenían y tiene lugar durante los festejos de Beltane, hablo del Palo de Mayo.

Palo de mayo, celebración de Beltane
Palo de mayo, celebración de Beltane

El simbolismo del Palo de mayo.

Una de la antiguas (y modernas) formas de encontrar pareja en este día era en Palo de mayo o Palo de Bel, una danza circular (en representación del sagrado femenino) en torno a un árbol talado y pelado para la ocasión (como representación del masculino sagrado) del que se colgaban cintas de colores.

El mero hecho de elegir un árbol alto, cortarlo, pelarlo y clavarlo firmemente en la tierra, ya nos lleva a pensar en el sexo, pero el simbolismo no se queda ahí.

El árbol simboliza el axis mundi, el Árbol del Mundo, un símbolo que aparece en diversas mitologías con una idea común: un árbol cósmico que une las distintas «partes» que forman el universo, los mundos celeste, terrestre y subterráneo.

Danzar alrededor del Palo de Mayo significaba entrelazar la energía femenina y masculina de todo lo vivo.

Esta danza representa, no solo la Rueda de la Vida, también los ciclos estacionales que se repiten de forma constante y circular y el destino en torno al paso del tiempo, así como la fertilidad y la fecundidad, la capacidad de reproducirse y de generar Vida.

Cada paso de la danza, golpeando la tierra y despertándola tras el invierno para activar su fecundidad, las cintas de colores que recuerdan al cordón umbilical que nos une a la Madre, todo el rito, pues de un ritual se trata, está creado para activar la sangre y promover la vida.

El Palo utilizado el año anterior, se quemaba tal cuál, con las cintas enrolladas a su alrededor (ten presente que antiguamente todos los tejidos eran totalmente naturales) y sus cenizas se echaban sobre los campos de la comunidad para abonarlas y atraer buenas y abundantes cosechas.

En esta danza participaban especialmente los y las jóvenes y las personas de ambos sexos en edad fértil. Más claro, agua. La idea era que se emparejaran, al menos durante esa noche, y trajeran al mundo nuevos habitantes tras los nueve meses de rigor.

Ten en cuenta que mucho de lo que se celebraba a tenido que pasar por el filtro de la historia y, sobre todo, de la Iglesia.

Este hecho, el de la «depuración» histórica que todas las celebraciones y todos los festejos paganos con mayor o menos antigüedad, ha convertido la celebración de Beltane en algo mucho menos representativo de lo que significó en sus orígenes.

El fundamento de esta fecha en concreto, giraba básicamente en torno a la celebración de la Vida, entendiendo la misma desde el punto de vista más biológico, por así decirlo.

Las relaciones sexuales consentidas entre miembros de las comunidades aledañas, garantizaba sangre nueva en las tribus primero, en las aldeas más adelante.

Obviamente, no hablo sólo del emparejamiento del ganado para mejorar las razas, lo hago también de la mezcla de sangre, especialmente si nos remontamos a nuestros antepasados, a los fundadores de los primeros poblados, los primeros cazadores – recolectores que comenzaron a asentarse y a formar comunidades que permanecían la mayor parte del invierno incomunicadas.

Beltane, bailando alrededor del fuego
Bailando alrededor del fuego de Beltane, actualidad.

Las celebraciones que podemos ver hoy en día han perdido el sentido de necesidad que Beltane tenía en sus orígenes.

La supervivencia de la especie, de la raza, ya no está en peligro, no necesitamos reproducirnos para seguir sosteniendo la tribu.

Tampoco seríamos capaces de hacerlo a la antigua usanza, siglos de culpa, tabúes y maledicendias entorno al hecho de mantener relaciones sexuales por el mero hecho de disfrutarlas, nos han convertido en personas mucho más recatadas en todo lo concerniente a las artes amatorias, prefiriendo relegarlas a las alcobas antes a los campos o los montes.

Obvio que no propongo que nos despelotemos, prendamos enormes hogueras en parques y jardines y bailemos alrededor de ellas buscando el cuerpo ajeno más predispuesto a compartirse con nosotros, no digo eso.

De lo que sí hablo es de la necesidad de asilvestrarnos un poco, de recuperar esa parte más libre, menos censurada, más dispuesta al baile y al disfrute de lo algunas parecen estar.

Ya sabes que la Brujería no precisa de grandes demostraciones, ni de reuniones multitudinarias.

Celebra siempre lo que sientas, lo que resuene contigo y recuerda, sobre todo, disfrutar del Viaje.