Debemos recordar que nada de lo que hacemos es original, que no somos las primeras que buscan formar parte de ese algo “superior”: nuestro trabajo como Brujas es recuperar, rescatar, reconectar. Para poder hacerlo de la forma más adecuada, debemos relacionarnos personal e íntimamente con nuestro entorno. Si nos limitamos a una práctica abstracta sin contacto real con la Madre, con los elementos y con los espíritus que los habitan, esa práctica se debilitará. Nuestras antepasadas reconocían a la Naturaleza como un ente vivo, con el que se relacionaban a través del / de la druida o druidesa, del chamán o la chamana o directamente mediante ofrendas, veneraciones, etc Para realizar una práctica mágica y brujeril real y sostenida, enriquecedora y alimenticia, es imprescindible recuperar ese contacto original, ese sentido de pertenencia a algo mayor, más sólido y permanente. La celebración de Rituales o de los Círculos de Luna no puede mantenerse alejada del contacto y la conexión real con la Madre.
CONTENIDOS
La importancia del Territorio.
Para poder ampliar la práctica mágica de una forma coherente y real, que tenga efectos reales en este plano de la realidad, es importantísimo para toda Bruja que se precie aprovechar los beneficios, las energías y las características inherentes al Territorio en el que habita o (si se trata de un entorno diferente) el Territorio en el que realiza su práctica.
· El conocimiento del Territorio - el espacio físico.
· Los espíritus del Territorio.
· Los espíritus del Territorio.
La conexión con la Tierra: elementales y elementos en la práctica mágica.
· Elementales - cosmogonía.
· Los 4 elementos y sus elementales.
· La conexión con los elementos.
· Los 4 elementos y sus elementales.
· La conexión con los elementos.