Bruja de Ciudad

La Rueda

La Rueda del Año es un invento moderno que hace referencia a una estructura de Celebraciones estacionales que se cree que festejaban nuestros antepasados celtas en Europa. Fue recopilada por Jacob Grimm en su obra Teutonic Mythology en 1835, mediante investigaciones previas sobre los festivales estacionales de los antiguos habitantes del continente y sirvió de base a Gerard Gardner y algunos contemporáneos y colaboradores suyos para establecer los nombres y fechas que todas conocemos.

Esta estructura divide el año en ocho parcelas de las que cuatro están definidas por solsticios y equinoccios y las otras cuatro por las cosechas, siembras y otros eventos del trabajo en el campo.

Estas ocho parcelas o celebraciones nos hablan del pasado, de los tiempos en los que nosotras y nuestro entorno éramos uno y lo mismo, cuando dependíamos de las cosechas o de la caza para sobrevivir, cuando honrábamos a la Madre Naturaleza y agradecíamos sus dones y regalos.

Obviamente, en el momento actual nuestras preocupaciones son otras, pero la energía que se mueve en cada una de estas fechas, sigue siendo la misma. En las Celebraciones grupales que organizo, profundizamos en esa energía adaptándola a esta vida moderna y, sobre todo, a lo que experimentamos en nuestro interior con cada giro de la Rueda.

Tienes toda la info de cada fecha clikando sobre ella. La que veas en negrita, será la celebración más cercana en el tiempo, si estás interesada en participar en alguna de ellas, bien en formato presencial, bien online, escríbeme y hablamos.

Samhain

Noche de Difuntos

Del 31 octubre al 1 de noviembre

Para quienes vivimos nuestra vida desde la Brujería, la noche de Samhain marca el final del año y el inicio del siguiente.

La Época Luminosa toca a su fin y comienza la Época Oscura, que durará hasta la Noche de Walpurgis. Se trata por tanto, de un momento liminal que permite que el velo entre los mundos sea más fino y nos resulte más fácil (a vivos y a muertos) comunicarnos con el otro lado.

Tiene todo el sentido que este sea la Celebración que consagramos a nuestros Difuntos, celebrando su vida, recordando su presencia entre nosotras, no con tristeza sino con la alegría de saber que están allí donde les corresponde.

Los altares se llenan con fotos y recuerdos de nuestros seres queridos y con ofrendas de lo que les gustaba en vida, para que, cuando nos visiten, sientan que siguen contando para nosotras aunque no podamos verlos.

El trabajo más recomendable en las horas de Samhain está relacionado con la adivinación, ya sea mediante oráculos o tarots, ya sea conversando directamente con nuestros difuntos, si es que posees esa capacidad.

No es una noche en la que haya nada que temer, bien al contrario, es uno de los momentos de conexión con el Más Allá más interesantes del año.

Yule

Solsticio de Invierno

21 de diciembre

Yule es la fiesta de celebración del Solsticio de Invierno que realizaban los pueblos paganos de Europa, una fiesta dedicada a la familia y a la fertilidad: el solsticio de invierno representaba el triunfo de la vida sobre la muerte, la esperanza de sobrevivir al invierno una vez más. En este momento del año, acabamos de entrar en la Época Oscura en Samhain y nos enfrentamos a lo más duro del invierno: al frío y a la falta de alimento.

Un tema común en las ceremonias de Yule era y es el encendido de fuegos que simbolizan el triunfo de la Luz sobre la Oscuridad, la esperanza del renacimiento del sol y todo lo que conlleva.

Por eso se organizaban hogueras en las que se quemaban fundamentalmente maderas de árboles de hoja perenne que representaban la permanencia de la vida, incluso en las circunstancias más adversas.

Esta celebración entronca con antiguos ritos del renacimiento de la vida en la Naturaleza.

Muchas y diferentes culturas tenían celebraciones asociadas a esta fecha, distintos nombre para una festejo común: el renacimiento del Sol, de la Luz, pues, a partir del solsticio de invierno, los días van recuperando minutos de luz en detrimento de las noches que pierden minutos de oscuridad, hasta Ostara, el equinoccio de primavera, momento en el que el equilibrio se restablece.

Yule es la luz y la fertilidad, es el nuevo comienzo de la vida, un breve momento de descanso, el instante más oscuro antes del alba en el que debemos comenzar a plantearnos lo que sembraremos en la Época Luminosa que empezará en unos meses.

Candlemas - Imbolc

1/2 de febrero

Imbolc es la segunda celebración de la Rueda de la que se tiene constancia que nuestros antepasados festejaban.

Si Yule nos habla de la esperanza del renacimiento de la luz, Imbolc marca la época en la que el frío invernal aún cubre la tierra, manteniendo ocultas las semillas, con la certeza de que brotarán en primavera y que empiezan a desperezarse bajo el manto de nieve.

Es tiempo de confirmar la esperanza en lo que, seguro, está por llegar, de tocar con la punta de los dedos lo que viene, es la última de las celebraciones invernales y está consagrada a la diosa Brigit, una antigua divinidad celta.

En la Naturaleza, en los lugares más calurosos, comienza el deshielo, algunos brotes asoman, las semillas se van despertando aunque nada es visible, todo permanece latente, la vida comienza a bullir bajo nuestros pies. Es momento de gestación para el re-nacimiento venidero en Ostara.

Comenzamos a desperezarnos también nosotras tras el trabajo con la Sombra de Samhain y la esperanza del retorno de la Luz en Yule, ahora esa esperanza comienza a hacerse realidad.

Toca reflexionar sobre lo que pondremos en marcha en primavera y en lo que enfocaremos nuestra atención y energía en la Época Luminosa que está a la vuelta de la esquina.

Ostara

Equinoccio de Primavera

20 de marzo

Ostara el equinoccio de primavera es otra de las celebraciones estacionales de la Rueda, por lo que no tiene una fecha fija sino que se mueve entre el 20 y el 23 de marzo. Además de lo obvio (la llegada de la primavera) este festejo gira en torno a la proximidad del fin de la Época Oscura, para lo que aún queda más de un mes.

Es esta la fiesta del renacimiento de la Madre Tierra y todos sus pobladores, el invierno ya ha acabado, hemos sobrevivido y ahora toca mirar hacia delante.
Nos encontramos en el punto medio entre Yule y Litha, esto se refleja en un día de perfecto equilibrio, en el que las horas de Luz y Oscuridad son exactamente las mismas.

Lenta y sutilmente, la balanza se va inclinando hacia la Luz, cada día es un poco más largo que el anterior, la Sombra pierde terreno.

A nivel energético, todos los seres vivos experimentamos cierta alteración en nuestros sentidos: la sangre bulle, inquieta, pidiendo que escuchemos su llamada; la fuerza vital brota, imparable.

La Naturaleza se alborota, los animales durmientes ya están despiertos, muchas especies cambian su pelaje o plumaje, las manadas se reúnen y es el momento de la interacción social tras la pausa invernal.

La Tierra se abre a la semilla y nuestro cuerpo y espíritu hacen lo mismo.

Es ahora cuando hemos de plantar, física y metafóricamente, aquello que seleccionamos durante el frío y la Sombra, lo que queremos que crezca, prospere y nos sostenga y alimente en los meses venideros.

Hexennacht o Noche de Walpurgis

Del 30 de abril al 1 de mayo

La Hexennacht o Noche de Brujas, está situada entre Ostara y Litha.

Hace ya seis meses que celebramos Samhain y esta correspondencia temporal es la que convierte esta noche en el gemelo energético de Samhain: el Velo entre los Mundos se difumina, se produce un sutil pero perceptible cambio energético que facilita la comunicación entre los planos.

Esta noche en particular, pasa desapercibida, oculta tras los festejos de Beltane, el 1 de mayo, pero se trata de una antigua tradición del centro y norte de Europa que celebraba el final de la Época Oscura encendiendo hogueras que representaban el cálido verano que estaba casi a las puertas.

En algunos lugares, se creía que la Hexennacht, las Brujas y hechiceras (así, en femenino) de los alrededores se reunían en Brocken, la montaña más alta de la Sierra del Harz, en Alemania, convocadas todas ellas al mayor akelarre del año.

La noche del 30 de abril, se consideraba por un lado, el despertar de los espíritus burlones y molestos de la Naturaleza, que comenzaban a revolotear alterando a los seres humanos y por el otro, la última oportunidad de la Sombra para continuar reinando.

De ahí la necesidad, como en todas las celebraciones de la Rueda, de encender enormes hogueras que, o bien nos protegen con su luz, o bien muestran el camino al akelarre a Brujas y Hechiceras.

Esta Noche de Brujas se convirtió en la Noche de Walpurgis "gracias" a la intervención cristiana que fijó está fecha como la de la canonización de Santa Walpurga, misionera cristiana que ganó su santificación curando y deshaciendo los hechizos y maldiciones de que las Brujas enviaban sobre los indefensos aldeanos.

Beltane

1 de mayo

Beltane es la fecha que marcaba el inicio de la Época Luminosa, del verano, para nuestros antepasados europeos.

Situada entre el equinoccio de primavera (Ostara) y el solsticio de verano (Litha), ya su propio nombre hace referencia a la idea de luz y calor puesto que Beltane significa Fuego Luminoso, o Buen Fuego.

La Naturaleza explota por todos los rincones, se devociona al amor y al sexo, a la fertilidad y la prosperidad de tierras, personas y ganado; se celebra la abundancia y se agradece a la Madre Tierra los regalos otorgados a la comunidad.

Antiguamente, los animales eran conducidos a los verdes pastos de las montañas y se utilizaba el fuego de las hogueras como elemento purificador y protector, haciendo caminar a todo lo que se sostenía sobre sus patas (o piernas) alrededor de las hogueras para impregnarse con esa energía purificadora y protectora.

Uno de los símbolos más reconocibles de este festejo es el Palo de Mayo: se clava un palo, decorado con cintas de colores en una de sus puntas, en el centro de una pradera y se entregan las cintas alternativamente a un hombre y a una mujer hasta formar un círculo con todos los "jóvenes" del lugar.

La música comienza y con ella el baile, en el que se entrelazan las cintas y se crea un bello dibujo a lo largo del palo, representando los intercambios energéticos que experimenta la Naturaleza.

Cuando nuestra sociedad era más libre y menos mojigata, tras la danza del palo, las parejas se perdían en los bosques y se entregaban a celebrar la fertilidad y la abundancia de la Tierra y la sexualidad como expresión de ambas.

Este Palo de Mayo representa, entre otras cosas, el Axis Mundi, punto de unión energética entre Abajo, Arriba y el Mundo entre medias, bailarlo implica entender que somos parte de esa misma conexión.

Litha

Solsticio de Verano

21 de junio

Litha es uno de los cuatro Sabbats o fiestas menores dentro de las Celebraciones de la Rueda del Año y se trata, quizás, de una de las más reconocidas y reconocibles en nuestro país porque va intrínsecamente unida a la Noche de San Juan.

Este momento astronómico es gemelo del Yule, el solsticio de invierno, solo que a la inversa: si aquel marca la noche más larga, éste nos trae la noche más corta del año.

Este día indica el principio del verano, el cénit de la energía del Sol que muestra su poderío con el día más largo. Como en cada giro, el cambio se detiene apenas un instante e inmediatamente después, la balanza comienza de nuevo a inclinarse hacia la Sombra.

A partir de aquí, las noches se irán haciendo imperceptiblemente más largas, recuperando segundos, minutos a la Luz.

Este es uno de los motivos por los que nuestros ancestros y ancestras festejaban con fervor el solsticio: para "ayudar" de alguna forma a retrasar la llegada de la Época Oscura.

Se tiene constancia de que en algunas zonas de Europa, los festejos de Litha se prolongaban durante 3 días con sus noches en los que los lugareños mantenían constantemente encendidas fogatas que "sostenían" la fortaleza del sol que comenzaba a menguar allá en lo alto.

Los fuegos encendidos también protegían de los malos espíritus, puesto que muchas leyendas y tradiciones aseguran que, en esta fecha, los seres del mundo feérico se asoman a nuestro mundo para bendecir los campos y las aguas.

Siempre el fuego como elemento de limpieza y purificación, asociado en esta ocasión también al agua, puesto que se cuenta que, si recoges agua de 7 fuentes durante el día del solsticio, ese agua será mágicamente sanadora.

En estas fechas, entre el solsticio y la Noche de San Juan (cuando no coinciden que también puede suceder) es tradición recoger plantas aromáticas, medicinales y/o mágicas especialmente aquellas destinadas a purificar, proteger y alejar el mal de ojo, como el hipérico o hierba de San Juan, la salvia, la albahaca, la menta, la madreselva, la ruda, el romero, el tomillo, el cardo y un sinfín más.

Noche de San Juan

Del 23 al 24 de junio

La Noche de San Juan es una festividad cristiana que se celebra desde la puesta de sol del 23 hasta el alba del 24 de junio.

Esta celebración cristiana surge de la apropiación de los festejos paganos de Litha. Según la Biblia, san Zacarías, (padre de san Juan Bautista, esposo de santa Isabel, prima de la Virgen María) anunció el nacimiento de su hijo san Juan con una enorme hoguera el 24 de junio.

Para los no cristianos, san Juan es quien bautiza a Cristo en la fe cristiana, dándose la casualidad, además, de que ambos nacen con una diferencia de 6 meses (en Litha Juan y en Yule Cristo) de forma que a los dos se les relaciona directamente con el ciclo solar que los pueblos paganos festejaban desde años atrás, facilitando así la suplantación de sus fiestas por estas con raíces menos herejes y más adecuadas.

Muchas leyendas otorgan poderes sanadores a las llamas, las brasas y las cenizas de la hogueras de San Juan y de ahí surgen las distintas tradiciones que conllevan caminar sobre las brasas o saltar las hogueras, ambos ritos de purificación con el elemento fuego.

Esta celebración se da a lo largo y ancho del continente europeo y una de sus tradiciones no escritas, es la de aprovecharla para "hacer borrón y cuenta nueva" y alejar de nuestra vida aquello que no queremos arrojándolo al fuego purificador y transformador por excelencia, al tiempo que pedimos para que se nos conceda aquello que anhelamos.

Lammas - Lughnasadh

1 de agosto

La festividad de Lammas es uno de los cuatro sabbats mayores dentro de la Rueda del Año. Es, de nuevo, la celebración de la luz tras Litha y San Juan y también el festival de la primera cosecha, el punto intermedio entre Beltane y Samhain en el que la Luz sigue avanzando hacia la Sombra.

El nombre de Lammas nos habla de la masa de pan, alimento fundamental en épocas pasadas, el de Lughnasadh de la celebración del dios Lugh, dios solar de nuestros antepasados celtas.

Estamos celebrando la abundancia que la primera cosecha, la del dorado cereal, nos trae, de ahí la importancia de los panes que suelen aparecer como representación de esta festividad.

Es ahora cuando recogemos los frutos de nuestro esfuerzo, de la energía enfocada, de la intención bien trabajada, de todo lo que elegimos plantar para que prosperara, de lo que cuidamos con mimo.

En esta celebración agradecemos a la Madre Tierra habernos permitido recoger con abundancia, ya que esta primera cosecha marca la pauta de lo que podremos esperar de los campos en los meses venideros: si lo obtenido es escaso, probablemente el resto del año también lo será y sobrevivir al invierno sin la despensa llena, se plantea complicado.

Al mismo tiempo, el poder del sol, de la Luz, decae cada día un poquito más y las noches se van haciendo sutilmente más largas, dirigiéndonos hacia el otoño, hacia Mabon.

Es momento de reflexionar sobre lo obtenido, fruto de lo que plantamos en Ostara: si no has conseguido lo que esperabas, toca reflexionar sobre lo que ha provocado este resultado para hacer los cambios necesarios y que las próximas cosechas sean mejores.

Si has sido afortunada y todo va como debiera, toca celebrar, disfrutar de lo conseguido y sostenerlo en adelante.

Mabon

Equinoccio de Otoño

20 de septiembre

Mabon es el gemelo de, Ostara, equinoccio de otoño el primero, de primavera el segundo. Momentos de perfecto equilibrio en el ciclo solar, mismas horas de Luz que de Sombra.

Es el tiempo de la segunda cosecha, un nuevo momento para recoger los frutos del trabajo y eliminar lo que ya no sirve, si pusiste atención en Lammas y corregiste lo fallido, quizás consigas lo suficiente para pasar el invierno.

Es ahora el tiempo de reflexionar sobre las cosas que se desequilibraron en los meses de la Época Luminosa, y cómo recuperar ese equilibrio antes de adentrarnos en la Época Oscura del año. Los días se hacen más cortos, las noches más largas, la Naturaleza y también nosotras nos preparamos para el invierno, hay que darse prisa, de ello depende nuestra supervivencia y la de la Tribu.

Si la cosecha a sido abundante, si tenemos los recursos que esperábamos, si todo ha ido como planificamos, seremos afortunadas, disfrutaremos de un breve descanso tras la ardua tarea que hemos llevado a cabo desde Ostara: sembrar y recoger, trabajar para que lo sembrado diera buen fruto y recoger en el momento justo.

Agradecemos a la Madre por sus regalos, por seguir acogiendo nuestros esfuerzos a pesar del maltrato al que la sometemos, por permitirnos continuar un otoño, un invierno, un año más.

La Naturaleza comienza a vestirse de marrones, rojizos y anaranjados, indicándonos que queda ya poco tiempo, que tenemos que espabilar y prepararnos.

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