Cuando te aventuras en el camino de la Brujería, es más que probable que, al principio, la importancia de los Espíritus te pase desapercibida.
Si comenzaste ese camino en solitario, me apuesto la mano derecha a que ni caíste en la cuenta de que son parte fundamental de él.
Desde mi propia experiencia como Wiccana solitaria, establecía esa conexión con el Territorio, me relacionaba con sus espíritus sin saber exactamente que lo estaba haciendo.
Relacionarnos con los Espíritus no solo es algo inherente a la práctica de la Brujería, el ser humano ha buscado desde siempre ese "algo" trascendente que ha nombrado de muchas formas.
Si nos paramos a reflexionar un momento, lo cierto es que desde nuestros principios como seres pensantes y sintientes, hemos buscado un "algo" ajeno a nosotras, algo más allá, algo superior, algo trascendente.
Según los libros que hayas leído, las experiencias que hayas tenido, la cultura y la sociedad en la que hayas crecido y vives, tu percepción de lo que se considera espíritu puede variar mucho.
Personalmente, cuando hablo de espíritus lo hago de todo aquello intangible que soy capaz de percibir con algo más que con los sentidos, en una sola palabra englobo a deidades, difuntas, ancestras, seres elementales, espiritualidades varias con las que he tenido algún tipo de contacto.
Tengo la creencia de que tendemos a fijarnos más en lo grandilocuente que en el detalle, que buscamos comenzar por lo más llamativo y dejamos de lado lo "pequeño" que entrecomillo porque de pequeño, poco o nada.
Comenzar devocionando a alguna deidad se me antoja bastante obvio al empezar a practicar Brujería. Muchas son las Brujas que se decantan por trabajar con diosas oscuras, quizás por esa asociación que el común de los mortales hace entre Bruja y Sombra. conozco muchísimas más Brujas que se relacionan con Hékate que con Diana, que buscan iniciarse en sus misterios y profundizar en su práctica trabajando con ella y que encuentran en ese camino devocional el suyo personal.
Yo soy poco de diosas. Siempre he evitado, creo que inconscientemente, ponerle nombre a los espíritus con los que me he relacionado. Tampoco soy muy fan de lo ya transitado. Prefiero encontrar mi propio camino y llevarme las tortas o las sorpresas correspondientes, claro.
Cuando he trabajado con alguna deidad lo he hecho puntualmente, buscando la energía concreta de tal o cuál diosa para un Ritual específico, pero nunca he tenido altares dedicados.
Mi relación primero con los Espíritus fue a través de las plantas.
Plantas secas compradas la mayoría en herbolarios. Plantas de las que desconocía sus usos mágicos ni de ningún tipo. Me ponía delante del expositor de hierbas, me llevaba a casa las que llamaban mi atención y p'alante a experimentar.
Las molía, las quemaba, las echaba en el agua del baño y prestaba atención a lo que mi cuerpo y mi energía sentían. Muy rudimentario, las cosas como son, pero altamente efectivo para lo que yo quería descubrir.
Cuando comencé en Reclaiming, mis maestras me abrieron un mundo de posibilidades que desde mi casa en el centro de Madrid solo imaginaba.
Celebrar de noche en mitad de la montaña, escuchando los sonidos del bosque, los crujidos de la madera en la fogata, a los animales moviéndose en la oscuridad, abrió mis sentidos a Espíritus mucho más imperceptibles a simple vista.
Nadie me habló de ellos o ellas en aquel momento, me tocoó experimentar, investigar, sentir en mis carnes.
Otros estudios y tradiciones a las que he pertenecido, que se relacionan de tú a tú con difuntas y ancestras, entre otras espiritualidades, han hecho que mi percepción haya vuelto a cambiar.
Los Espíritus no están ahí para servirnos ni para ayudarnos. Son observadores implicados en el devenir del ser humano que pueden elegir relacionarse y trabajar con nosotras.
He descubierto un mundo de casi infinitas posibilidades que puede ser tan útil y tan inútil para la Bruja como la atención y el cuidado que le prestes.
Algo que he aprendido es que no debemos pensar que los Espíritus están a nuestro servicio. Algunos hay que pueden ayudarnos, pero siempre, siempre, a cambio de algo.
No caigas en el error de creer que la Brujería es la única práctica en la que se exige un pago por los servicios prestados, piensa en la cantidad de velas que puedes ver al pie de las imágenes cristianas en las iglesias, o la infinita hilera de inciensos que se queman en los templos budistas o sintoístas.
Pagos por las peticiones que se hacen.
La pregunta del millón, la que lo fue en mi caso, es ¿cómo puedo empezar a relacionarme con los Espíritus?
Mi respuesta: de menos a más. Comienza por lo cercano, lo que tienes más que visto y pateado, pero hazlo de otra forma.
Ve a los lugares que para ti tienen un significado, que te hacen sentir algo distinto cuando los visitas, que te aportan paz o que te remueven por dentro. Ve a tu Territorio.
Identifica primero cuál es. No tiene porqué limitarse a la zona en la que vives, puedes ampliarlo tanto como necesites, especialmente si, como yo, vives en ciudad.
Actualmente mi Territorio se sitúa en Madrid y comprende algunos de sus parques, pero no todos, algunas de sus calles y lugares muy especiales para mi, no solo por haber celebrado sino por las cosas que he vivido en ellos.
Es importante que entiendas qué es tu Territorio y porqué.
Has de hacerlo tuyo, pasearlo, escucharlo, verlo más de cerca y experimentarlo.
Cuando estés allí, escucha. Siente. Cierra los ojos y respira. Descálzate si puedes y coloca los pies sobre el suelo, o en el agua o en la roca.
Comenzar por tu Territorio es el mejor consejo que te puedo dar, porque es el lugar que ya te reconoce.
Lugares que visitas con más o menos asiduidad, que conoces con más o menos profundidad pero que significan algo para ti.
No esperes nada y búscalo todo. Observa el lugar con detenimiento, sus plantas, sus animales, sus sonidos y sus aromas.
Medita y abre la mente, la percepción más sutil.
No intentes abarcarlo todo, ve poco a poco centrándote en un elemento del lugar. Un árbol o un arbusto, un grupo de flores, un recodo del camino. Cualquier cosa pequeña que llame tu atención.
Céntrate en observar y sentir y anota lo que experimentes, sea lo que sea. No hay bueno o malo más allá de lo que tú sientas como bueno o malo.
Hazlo tanto como puedas, expandiendo tu atención a distintos elementos del espacio hasta haberlos "visitado" todos o, al menos, los que tengan más significado para ti.
Luego únelos, conecta con todos, uno a uno. Escucha, huele, observa, siente el conjunto.
Relacionarte con los espíritus de una forma correcta y nutricia para todos, cambiará la forma en que experimentas la Magia.
Cuando consigas hacer todo esto, podrás comenzar a relacionarte con los Espíritus de tu Territorio adecuadamente. Con el paso del tiempo, habrá cosas que cambien, otras desaparecerán y otras surgirán, nuevas. De lo que se trata es de que ambos, Territorio y Bruja, estén conectados y se ayuden mutuamente.
Se trata de establecer un camino de reconocimiento mutuo, de poder dejar de ver con los sentidos del cuerpo y hacerlo con algo más profundo a lo que no sé poner nombre.
Conocer y sentir la energía de tu Territorio, los Espíritus que lo pueblan ahora, te llevará inevitablemente a conectar con quienes estuvieron.
Cuanto más profunda sea tu relación, más atrás en el tiempo podrás llevarla. Para hacer esto, te recomiendo que investigues, que busques en los archivos de tu ayuntamiento o tu Comunidad toda la información histórica, antropológica, biológica que puedas recabar.
Quizás encuentres árboles milenarios, o batallas sangrientas, o celebraciones que se han perdido con el paso del tiempo.
Todo eso te servirá para ir cada vez más hacia atrás, para sentir con mayor conocimiento lo que allí perdura. Para ayudar a quienes fallecieron y siguen atrapados en la tierra. Para honrar a tus ancestros que la poblaron. Para hacer las ofrendas que antaño se dejaban en los lugares sagrados.
Cada paso que des, te llevará más profundo y te ayudará a entender mejor a tu Territorio.
Cuando hayas establecido esta profunda relación, probablemente hayas descubierto otras "cosas", otras espiritualidades, otras posibilidades dentro del mundo espiritual, pues que, al afinar tus sentidos practicando con tu Territorio, los afinas para todo lo demás.
La propuesta que te hago no es nueva: investiga, experimenta, siente, conecta desde dentro hacia fuera. Observa.
Si cuando lo hagas quieres comentarlo, aquí me tienes.
Comments